
Y, allí, sentada en aquella biblioteca, delante de aquella ventana, que tenia vistas hacía montjuïc, completamente sola, llegó a una verdad a la que ya había llegado más de una vez pero que cada día era mas certera. Sabía de música y de su historia, sabia de libros y novelas, sabia de fotografía, desmontar y volver a montar una cámara, sabia sobre arte, algo, sabia varias cosas pero no tenia ni idea de relaciones humanas. Llegó a la conclusión de que estaba mas cómoda consigo misma y que su vida era mas sana y fuerte cuando estaba sola. Aun así, la contradicción de la dependencia hacia algunas personas le hacía estallar la cabeza de confusión. Más de uno quiso entrar en aquel mundo interior tan escondido...loca, la llamarían si pusieran un solo pie detrás de aquella puerta blindada a llave y candado de aquel interminable mundo a parte que había construido con tanto empeño en su cabeza. Sonrió y volvió a sus apuntes con aquel refrán. "La curiosidad mató al gato".
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