Hace 4 veranos, ese extraño 25 de agosto, de vuelta a casa y a la llegada al portal, deseaba fuerte por dentro "que no me bese, que no me bese" y me dejó un beso en la frente.
Hoy cometería errores a plena conciencia.
En mi condición de intensa, sigo, modestamente con bastante éxito en un viaje de búsqueda de puntos medios, de alejarme de que las cosas sea...
No hay comentarios:
Publicar un comentario