Aquel dia de duro trabajo se volvio peor que nunca "has tenido alguna vez uno de esos dias en que todo te recuerda a el?" le pregunte a una de mis compañeras de trabajo, ella sonrio con desden y siguió con su trabajo. Intente olvidar el tema sentandome detras de la mesa y entreteniendome con los complementos. Entonces entro un chico, era joven, no pasaria de lo 20, pasó por al lado de la caja, justo donde estaba yo, dejando un rastro de olor familiar, concreto e intenso, este paso por mis fosas nasales hasta llegar al cerebro, y los recuerdos no se hicieron esperar demasiado, ya no estaba en aquella tienda doblando y etiquetando ropa, todo estaba oscuro, la habitacion entera olia a el, estaba estirada y no estaba sola, nuestros cuerpos encajaban perfectamente y unos brazos me rodeaban, su respiracion lenta y repetida chocaba con mi frente. El ambiente era tranquilo, como siempre pasaba cuando entraba en aquella habitacion. Entonces bajo su nariz hasta mi clavicula, acariciandola, y deposito en el cuello un dulce beso "buenas noches" musitó y yo me aferre mas a el, como si se fuese a esfumar, el hizo media sonrisa, me di cuenta porque siempre que sonreia asi daba bufaba por la nariz,entonces se esfumó "Cleo! estas ahi?? tienes que llevar estas cajas al almacen" la fuerte voz de mi superior me despertó y rapidamente lleve aquellas dichosas cajas que me habian echado de mi paraiso personal, llegue, las deje en el suelo y entre los pantalones con desperfectos y las camisas de talla S y M me eche a llorar. "Estupido perfume!" pensé.