sábado, 4 de julio de 2009

La casa estaba en silencio. Solo se escuchaba el rumor de la television, y los cubiertos rozando en el plato. Comida china domicilio, cena para solitarios y sin tiempo. Pero tiempo tenia, demasiado. Llegó al postre y abrio la galletita de la fortuna "respira profundamente tres veces y todo ira bien". 1, 2, 3...Pero nada canvió. La casa seguia en penumbras. Sola, con su miedo a la oscuridad, jamas lo superó, aunque dijera lo contrario. El rumor de la television seguia y esta vez se le añadieron sus sollozos. Lagrimas de soledad resvalaban por su cara y aunque quisiera negarlo era eso. Pues, en ese momento, quien estaba alli para secarselas o por lo menos para evitar que salieran. Eran momentos de mucha presion, pero solian ser mas llevaderos cuando habia alguien al lado para hacerla reir. Ese dia no habia nadie. Ese dia ella volvia a dormir sola.

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escala de grises

En mi condición de intensa, sigo, modestamente con bastante éxito en un viaje de búsqueda de puntos medios, de alejarme de que las cosas sea...