Ser Natalia, ser Natalia es; levantarse a las seis de la mañana para ponerse guapa, aunque no le haga falta, es cojer los granos de azucar que sobran del cafe con el dedo, y despues, ponerselo en la boca. Ser Natalia es; dejar las puntas del croissant y comer lo de en medio primero, es leer un libro apasionante hasta las tres de la mañana, Natalia es simpatia, alegria y calma, es reir y llorar a la vez. Ser Natalia es llorar por las penas de los demas y reir por las alegrias. Natalia es ser espontanea, divertida, es ser una buena amiga, es una noche de pelis o una noche de fiesta. Ser Natalia es ser comprometida con su familia, con sus amigos, con los que quiere, tambien es ser dependiente, pero cada vez mas fuerte. Ser Natalia es ser o Naty o Nata, es ser de risa facil, pero adorable. Ser Natalia es ser de palabras llenas de calma, es hacer de un cafe algo mas especial. Ser Natalia es llegar diez minutos tarde, a veces solo cinco. Ser Natalia es; enamorarse hasta las trancas, y darlo todo por amor, pero tambien es orgullo, es levantar la cabeza pese a todo, es no dejarse pisar por nada ni nadie. Ser Natalia es añoranza, por su hogar, por monteviedo, por como le brillan los ojos al describir cada lugar, cada experiencia. Natalia es llorar, toda la noche y levantarse por la mañana, fuerte, porque lo es. Ser Natalia es; un saco de complejos e inseguridades. Ser Natalia es ser Alice, pero real, es ser una escritora genial. Natalia son divinas palabras, es ser sincera. Ser Natalia es perfecta con sus imperfecciones. Y lo mejor de ser Natalia es que nadie puede ser Natalia, porque ser Natalia es ser unica, es ser querida por Lavinia Yalma y por muchos mas, es sonrisas y lagrimas contagiosas. Es unica. Es ella, solo ella. Es Natalia.

Y ser Lavinia es miedo a perderla. Es recordar y recordar, cafes, risas, llantos, pelis, andares, helados, libros, fotos, cines, crepusculo. Ser Lavinia es ser una tia con suerte, por ella, por que ella le deja ser su amiga, porque ella le apoya y por que la echa de menos. Ser Lavinia es; escribir esto, pese a saber que ella quizas no lo va a leer, porque ser Lavinia es miedo a expressarse. Ser Lavinia es necesidad, de sus palabras, de sus sonrisas, sobretodo de sus sonrisas. Ser Lavinia es agradecerle todo, por aguantarla, por no juzgarla, por quererla.