miércoles, 16 de septiembre de 2009

Eran las 23:45, hoy habia salido mas tarde de trabajar, era viernes y lo primero que me gustaba hacer al llegar a casa era estirarme al sofa delante la tele pero gustaba mas conducir por la noche. Me despejaba, a veces daba vueltas y vueltas sin ningun destino. Fue entonces, cuando el sonido de unos tacones interrumpio mis pensamientos, gire la cabeza y ahi estaba, jamas crei volverla a ver, despues de todo lo que paso lo mas logico era que ella me evitara. Habia algo diferente en ella, algo habia cambiado. Quizas fueron sus pasos firmes en el suelo metidos en esos tacones, puede que sus piernas se movieran con un poco mas de agilidad, tambien fuese aquella falda no tan corta que llevaba con tanto orgullo, tal vez sus brazos se movian con menos inseguridad, antes se tocaba el pelo, o se peinaba los dedos, sonrei ante tal recuerdo pero no, quizas fuera su barbilla, estaba erguida y miraba hacia el frente, que diferencia a la de antes, siempre mirando hacia el suelo, como si le diese miedo mirar a los ojos de la gente. Quizas era eso, quizas sus ojos ahora miraban con seguridad y orgullo, quizas si que habia cambiado. De repente se giro y en el momento en el que me miro a los ojos aparto la vista y acelero sus pasos, evidentemente supo quien era y su reaccion me parecio de lo mas normal, siempre reaccionaba asi. Entonces la eche de menos, como nunca, aquella sonrisa inocente, su mirada insegura, huidiza, sus manos nerviosas, sus ojos verdes, tan canviantes...

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En mi condición de intensa, sigo, modestamente con bastante éxito en un viaje de búsqueda de puntos medios, de alejarme de que las cosas sea...